Mientras el Mediterráneo sufre saturación, el litoral que va de las Rías Altas gallegas a los acantilados asturianos sigue ofreciendo calas salvajes, pueblos de postal y un clima templado incluso en pleno verano. Menos aglomeraciones significan precios más moderados, carreteras sin atascos y la posibilidad de sentir que el paisaje es (casi) solo tuyo.
Razones de peso
Paisajes dramáticos: acantilados de cien metros, prados verdes que mueren en la espuma y rías tranquilas donde se refleja el atardecer.
Gastronomía de kilómetro 0: marisco gallego, pescados asturianos, quesos de DOP y sidra natural servida en culín.
Autenticidad marinera: los puertos conservan lonjas en activo y barrios pesqueros donde aún se reparan redes al sol.
Clima suave: medias de 22 °C en julio y agosto; primavera y otoño rondan los 18 °C con floraciones espectaculares y bosques encendidos en ocres.
Imprescindibles entre Galicia y Asturias
Ribadeo (Lugo)
Puerta de entrada a Galicia y base ideal para recorrer ambos territorios. Su casco indiano y la ría del Eo marcan el punto de partida perfecto.
Playa de las Catedrales
Arcos de piedra esculpidos por el Atlántico; reserva gratuita obligatoria en verano. Madruga para verla sin gente y continúa la ruta hacia el este.
Tapia de Casariego (Asturias)
Villa costera con piscinas naturales de agua salada —antigua cetárea reconvertida en paraíso estival— y ambiente surfero todo el año.
Cudillero
Un anfiteatro de casas de colores colgadas del acantilado; perderse en sus callejuelas y comer pixín (rape) es parte de la liturgia cantábrica.
Luarca
La “villa blanca de la costa verde” deslumbra con su cementerio sobre el mar y sus miradores circulares. Ideal para una puesta de sol con sidra.
Playas vírgenes
De la extensa Vega en Asturias a la gallega Arealonga, el listado de arenales casi solitarios es largo; muchas son accesibles solo a pie y conservan dunas y lagunas intactas.
Cuándo viajar y cómo ahorrar
Primavera (abril-junio): flores en los acantilados, hoteles con tarifas moderadas y mucha luz para fotografiar.
Verano (julio-agosto): máxima oferta de festivales y ferias gastronómicas; reserva alojamiento con antelación y busca playas encajadas para mayor tranquilidad.
Otoño (septiembre-octubre): aguas aún templadas, vendimias de sidra y bosques que viran al rojo.
Invierno: para amantes de la tormenta y los chiringuitos con chimenea; precios mínimos y pueblos sin turistas.
Viajar de forma responsable
El norte está de moda y la sostenibilidad es clave: elige alojamientos con certificaciones ambientales, respeta senderos señalizados, reduce plásticos y apuesta por la gastronomía local para impulsar la economía del territorio.
Empieza a soñar con tu viaje
El sonido del mar rompiendo en acantilados verdes, el aroma a pulpo recién cocido y el brillo del atardecer atlántico te esperan. Reserva tu base en Ribadeo, carga la cámara y lánzate a descubrir el paraíso que une Galicia y Asturias.